Por motivos aún sin establecer, un joven de 22 años de edad, decidió acabar con su vida, propinándose un impacto de arma de fuego en la cabeza. Este nuevo caso de suicidio tuvo como escenario una vivienda del barrio Samaria I, a las 6 de la tarde del martes anterior, donde fue hallado moribundo Santiago Varón Ramos. A pesar de los esfuerzos de Ludibia Ramos, madre de la víctima, la herida que presentaba el joven era de carácter irreversible, la mujer luego de encontrar a su hijo herido en la habitación, como pudo lo arrastró hasta la puerta de la casa para intentar salvarle la vida, pero el disparo que se propinó fue mortal y la progenitora, en medio de su dolor entendió que el esfuerzo era en vano.
Los vecinos escucharon los gritos de esta mujer y acudieron a prestarle ayuda. Uno de ellos, al ver la angustia de una madre, quien tenía el arma de fuego en la mano, se la quitó y la escondió en un prado por miedo a que tuviera una reacción desesperada; en la puerta quedó el cuerpo sin vida del infortunado joven.
Según se pudo establecer, la señora Ludibia salió en horas de la tarde a comprar un tarro de pintura, ya que junto a su hijo Santiago estaba organizando la vivienda ubicada en la manzana 29 casa 10 de Samaria I; cuando regresó, por más que tocó la puerta, Santiago no atendió, así que el obrero que estaba en el segundo piso le abrió y al entrar, la madre encontró al joven sangrando sobre la cama. En la habitación la víctima dejó una carta, la cual la mamá agarró y no quiso soltar. Al sitio de los hechos llegaron unidades del CTI quienes tuvieron a su cargo las diligencias de levantamiento e inspección del lugar. Cortesía Diario del Otún.