Ante la comunidad médica y científica de la región fueron presentados los resultados del estudio ‘Vigilancia en Embarazadas con Zika (VEZ)”, realizado durante los dos últimos años en Colombia a través de un proyecto colaborativo entre el Ministerio de Salud, el Instituto Nacional de Salud, el Centro para el Control y Prevención de Enfermedades de Atlanta (CDC) y los gobiernos de Atlántico, Norte de Santander y Valle del Cauca.

Durante el acto de cierre del estudio, el ministro de Salud, Juan Pablo Uribe, recordó que en Colombia se registró el primer caso en octubre de 2015, y fue el inicio de un trabajo de seguimiento que arrojan un protocolo de análisis de casos sobre los efectos congénitos del sistema nervioso central, un protocolo de atención y manejo, que se van alimentando con esfuerzos como el que mantiene, por ejemplo, la Gobernación del Valle del Cauca.

“Hay que reconocer de secretarías departamentales de Salud, en este caso particular Valle del Cauca, pero también Atlántico y Norte de Santander, para haber enfrentado un reto tan grande como el que tuvo Colombia entre 2015 y 2016 con la epidemia del zika, y de esto generar aprendizajes, generar conocimiento científico que le van a permitir no solo a Colombia sino al mundo entero, a futuro, enfrentar retos similares”, dijo el ministro Uribe.

La doctora Peggy Honein, directora de la División de Discapacidades Congénitas y del Desarrollo del CDC de Atlanta, dijo que es una colaboración muy importante para Colombia, Estados Unidos y para el mundo porque hemos podido entender cuáles son los riesgos que para las madres y los niños trae el zika. “El zika está aquí para quedarse, habrá nuevos brotes de zika y entonces tenemos que ayudar para que esas mamás y esos bebés estén protegidos”, señaló.

El estudio realizado en ciudades como Barranquilla, Cúcuta y Cali, con desarrollo en otros municipios vallecaucanos, fue importante para entender el impacto que tenía el zika en Colombia y determinar si era igual o había algún factor diferente entre regiones. “Lo que sabemos con este estudio es que el efecto del zika y el riesgo es igual para todo el mundo”, dijo la doctora Honein.

A este proyecto, a través del cual se han desarrollado cinco estudios, ya se había anticipado el Valle del Cauca.

“Cuando venimos acá era temprano en la epidemia y ya tenían seguimiento. Ya se había montado cohortes de seguimiento y un reto. Empezaron a hacer seguimiento a todos los casos, no una muestra, a todos los que existían en el Valle del Cauca y ese es un esfuerzo titánico que debemos reconocer al departamento”, dijo Martha Lucía Ospina, directora del Instituto Nacional de Salud.

La gobernadora Dilian Francisca Toro recordó que el Valle del Cauca se ha caracterizado porque hacer seguimiento epidemiológico a las enfermedades y, por supuesto, esta enfermedad no podía ser una excepción, además, por los efectos neurológicos y los efectos que puede dar a la salud de los niños, de mujeres embarazadas afectadas por el zika.

“Nosotros estamos haciendo seguimiento a 157 niños que tiene problemas derivados de la enfermedad de zika”, dijo la mandataria, quien añadió que ese trabajo le ha dado al Valle y a Colombia la posibilidad de generar conocimiento al mundo.

La secretaria Departamental de Salud, María Cristina Lesmes, dijo que ya fue abierto el proceso de seguimiento de los niños durante los dos años próximos.

“Todavía no dejamos de aprender. Entendemos que son unos niños que tienen una discapacidad del orden cognitivo y físico muy importante, y unas familias que se ven afectados por ello. El departamento está abriendo la puerta a esta nueva etapa del conocimiento y la atención y organiza tres lugares de atención en el hospital Isaías Duarte Cancino, en Cali; el Tomás Uribe Uribe, de Tuluá, y San Antonio, de Roldanillo. Adicionalmente, unidades de evaluación auditiva y otológica en el Hospital Universitario del Valle”, dijo Lesmes.

También -agregó la Gobernadora del Valle- hemos podido fortalecer nuestro Laboratorio de Salud Pública, los hospitales y las capacidades técnicas de nuestros profesionales. “Esto ha sido una ganancia muy importante y la unión de esfuerzos para poder mejorar la salud de los colombianos”.