En la crisis surge la creatividad, eso ocurrió con los hermanos Herrera cuando uno de ellos, un ingeniero de alimentos quedó sin empleo y comenzaron de manera artesanal un emprendimiento de elaboración de chorizos. Con la ayuda de la gobernación del Valle, ahora se denominan “industrias cárnicas de Roldanillo” , preferidos en restaurantes gourmet y algunos supermercados de cadena.
“Él como ingeniero de alimentos empezó una formulación secreta, solamente la tenemos nosotros, no la vas a conseguir en ningún lado.” manifestó Ricardo Herrera, representante legal de la empresa.
A través del programa Valle INN este emprendimiento empezó a tomar vuelo.