Pese a que el año pasado hubo una disminución del 19.2% de lesionados con pólvora en el Valle del Cauca, el Gobierno del Valle del Cauca espera que en las festividades de fin y comienzo de año este porcentaje se reduzca al máximo y la gente tome conciencia de las afectaciones que el uso de estos elementos implica para los niños, adultos mayores, personas enfermas, así como la flora y la fauna.
“La pólvora es una forma cultural nuestra de celebrar, cada vez más costosa y que produce quemaduras en las personas, emite humo químico, produce un ruido que es lo que más les gusta a los jóvenes y lo que más incomoda sobremanera a los adultos mayores, a la fauna doméstica y silvestre”, preciso María Cristina Lesmes, secretaria Departamental de Salud.
Durante la temporada decembrina de 2019 y comienzo de 2020, el Valle del Cauca reportó 26 menores y 62 adultos quemados con pólvora, la gran mayoría con quemaduras en manos, cara y miembros inferiores, recordó Juan Pablo Trochez, médico asistencial de la Unidad de Quemados del HUV.
“Lo primero que hay que decir es no a la pólvora. A través de los años hemos recibido muchos pacientes con amputación de dedos, manos y con pérdida de ojos. Ustedes no quisieran tener un familiar acá en diciembre, en ese orden de ideas, quisiera decirles que no a la manipulación de la pólvora en manos de niños ni tampoco en personas adultas si quieren pasar una Navidad feliz”, dijo el galeno.
Adicional a la afectación humana, la pólvora causa en los animales miedo, angustia, taquicardias e infartos ya que el ruido de las explosiones es más alto para ellos. “La pólvora produce aparte de las lesiones a los niños, en su estallido causa desubicación a los pajaritos, animales domésticos y produce un gran estrés a las familias que protegemos a los animales”, agregó la Secretaria de Salud, María Cristina Lesmes.
Aunque ya en diciembre hubo un menor quemado con pólvora en Cali, las autoridades esperan que este año la cifra disminuya y que la comunidad se concientice del daño que produce la quema de pólvora.
