La Diócesis de Cartago acaba de crear en la ciudad la primera sede del Centro para la Pastoral Juvenil, la cual funcionará en la casa que ocupaban las Hermanas Vicentinas en el hogar infantil La Isabela.

Desde allí se va a continuar el proceso de formación integral a los jóvenes de la región no solo en la parte espiritual, sino también en valores y artes, con el fin de acompañar al joven en su crecimiento como ser humano y en el desarrollo de su compromiso cristiano.

“Trabajamos para jóvenes, trabajamos con los jóvenes y hacia los jóvenes, eso es lo que hace la pastoral juvenil, formar jóvenes, líderes especialmente en este caminar de nuestra sociedad, para que puedan tener valores no sólo cristianos sino también valores civiles, que permitan tener principios que ayuden a nuestra sociedad, es lo que ha hecho la diócesis por más de 50 años y que hoy pues vamos a consolidar también en un lugar en el cual nos encontramos, que será el primer centro de pastoral juvenil de nuestra diócesis de Cartago, en la historia de la diócesis está primera vez que la pastoral juvenil tiene un centro para la formación, un centro que será el encargado de emanar muchos de los proyectos que nos servirán también para no solo Cartago sino para nuestro norte del valle y toda nuestra diócesis”, dijo el Pbro. Carlos Alberto Vásquez, Delegado Pastoral Juvenil Diócesis.

Tener una sede, representa una gran ayuda, dentro del propósito fundamental de contribuir a que los jóvenes vivan alegremente su Fe y se comprometan con la realidad social que vive el mundo.

“Porque a partir de aquí existe una mesa pastoral juvenil, nosotros estaremos brindando las herramientas para que muchos de estos jóvenes puedan formarse, para que muchos de estos jóvenes puedan descubrir algo diferente también, puedan llegar también a su vocación y tener parte activa en nuestra sociedad, esa es la idea de una pastoral juvenil y propiamente es la idea de hacer que lo que se ha vivido durante tanto tiempo, que hubiese sido como en un punto diverso pues hoy tuviese esta conclusión, que sería la casa, el centro de formación donde estaremos pues trabajando para con todos ellos”.

“En el cual buscamos formar no solamente el ser, sino toda la parte integral de este joven, que sea este un espacio abierto para que el joven desde esa formación espiritual pueda alcanzar así también un norte y un sentido de vivir, que sabemos y observamos que es muy evidente que se ha visto algo ya distorsionados o desorientados por los que viven día a día y todas las circunstancias”, dijo Cristian D. Abadía, Pastoral Juvenil Diócesis de Cartago.

Con el fin de dotar a la sede de todos sus elementos necesarios para la formación de los jóvenes, se prepara para este domingo 25 de abril una “House Shower” a la cual se invita a contribuir a toda la comunidad católica de Cartago y el norte del Valle.

“El próximo 25 de abril de 2 a 5:30 de la tarde, tendremos el House Shower, el cual nos servirá para la dotación de nuestra casa, la casa de formación de la pastoral. ¿Qué se requiere o que se necesita?, pues pensemos que necesita una casa, eso es lo que vamos a pedir, podemos ayudar con donaciones tanto materiales, qué sé yo, en nuestra casa nos sobra quizás una cama o nos sobra quizás una silla, o que digamos vamos a trabajar, vamos a colaborar y vamos a ayudar con la nevera o con la estufa o tengo tres televisores plasma, pues voy a dejar uno para la casa de pastoral juvenil, todas esas cositas nos van a servir y la idea es hacerla funcional”, Pbro. Carlos Alberto Vásquez, Delegado Pastoral Juvenil Diócesis.

“A todos los medios queremos hacer un eco con la primera gran actividad que queremos realizar, lo cual tiene como finalidad poder buscar cómo dotar la casa para poder tenerla con todas las instalaciones adecuadas y poder realizar así un trabajo pastoral para los jóvenes”, dijo Cristian D. Abadía, Pastoral Juvenil Diócesis de Cartago

En la sede de la pastoral juvenil de la Diócesis de Cartago, los jóvenes podrán continuar un proceso de formación sólida, para un encuentro consigo mismos y poder descubrir la presencia de Dios y para que vayan asumiendo su propia misión en el mundo.